
España cuenta con una riqueza forestal que abarca alrededor del 36% de su territorio, lo que equivale a unos 28 millones de hectáreas de bosques. Los bosques españoles albergan una gran diversidad biológica, con más de 8.000 especies vegetales y animales, muchas de ellas endémicas.
Entre los bosques más destacados de España se encuentran los bosques de coníferas en el norte, como el bosque de hayas de Irati en Navarra y los bosques de pino negro en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. También están los bosques mediterráneos en el sur, como el Parque Natural de la Sierra de Grazalema y el Parque Natural de la Sierra de Cazorla.
Los bosques españoles son importantes tanto para la economía como para la sociedad del país. Proporcionan recursos madereros, productos forestales no maderables y servicios ecosistémicos, como la regulación del clima, la protección del suelo y la conservación de la biodiversidad. Además, los bosques son un atractivo turístico para el país, con numerosos parques naturales y reservas.
Sin embargo, los bosques españoles enfrentan amenazas importantes, como la urbanización, la intensificación de la agricultura y la ganadería, la contaminación y los incendios forestales. Estas amenazas ponen en peligro la biodiversidad y los servicios que proporcionan los bosques.
Por lo tanto, es importante que se promueva la conservación y gestión sostenible de los bosques españoles, a través de políticas públicas y acciones colectivas. Esto garantizará la protección y el uso sostenible de los bosques, no solo para la economía y la sociedad españolas, sino también para la salud y el bienestar del planeta en su conjunto.
Imagen de Larah Vidotto en Pixabay